EUROPA
PRESS
24 mayo
2018
Dime
qué comes y te diré si serás obeso
Investigadores españoles han
desarrollado una nueva calificación basada en alimentos que está fuertemente
asociada con el riesgo a largo plazo de sobrepeso u obesidad en la edad adulta,
según una nueva investigación presentada en el Congreso Europeo de Obesidad
(ECO, por sus siglas en inglés), que se celebra en Viena, Austria.
El Nivel de Prevención de Obesidad Dietética (DOPS, por sus
siglas en inglés), que utiliza medidas de ingesta dietética que pueden
obtenerse mediante simples cuestionarios de frecuencia alimentaria, podría
ayudar a las personas a mejorar sus hábitos alimenticios y crear conciencia
sobre sus riesgos dietéticos, así como ayudar a los médicos a identificar
personas en algo riesgo para proporcionar asesoramiento preventivo antes de la
aparición del sobrepeso o la obesidad.
En todo el mundo, una de cada cinco muertes se debe a una
dieta deficiente. Una dieta poco saludable está estrechamente relacionada con
enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos cánceres. Durante décadas,
los países han estado luchando con el mismo problema: cómo hacer que los
mensajes nutricionales sean más efectivos y ayudar a las personas a comer
mejor.
La investigadora Clara Gómez-Donoso y sus colegas de la
Universidad de Navarra crearon una DOPS basada en la evidencia y examinaron la
asociación entre la puntuación y la incidencia de sobrepeso/obesidad en 11.349
adultos de mediana edad de la Cohorte SUN, una cohorte dinámica prospectiva de
graduados universitarios españoles, que inicialmente tenían un peso normal al
inicio del estudio.
Para crear la clasificación, se ajustó la ingesta de 14
grupos de alimentos que se ha demostrado que promueven o protegen contra la
obesidad en la ingesta total de energía. El DOPS valoró positivamente el
consumo de verduras, frutas, legumbres, yogur, nueces, pescado y la proporción
de proteína vegetal a animal; mientras que la carne roja, la carne procesada,
la grasa animal saturada, los granos refinados, los alimentos ultraprocesados, las bebidas endulzadas con azúcar y la
cerveza y los licores fueron ponderados negativamente.
A mayor
puntuación, dieta más protectora
Se utilizó un cuestionario de frecuencia de alimentos
validado para medir la adherencia al DOPS al comienzo del estudio y nuevamente
diez años después. La adherencia al DOPS varió de 14 (no cumplimiento) a 42
(cumplimiento completo). Una puntuación más alta indicó una dieta protectora,
una con mayor consumo de alimentos basados principalmente en plantas y menor
consumo de componentes dietéticos promotores de riesgo, como la carne roja y
procesada, alimentos ultraprocesados y bebidas
endulzadas con azúcar.
Después de un seguimiento medio de 9,3 años, 2.153
participantes tuvieron sobrepeso u obesidad. Los científicos encontraron que
los participantes con la mayor adherencia al DOPS (puntuación de 35 o superior)
presentaban casi la mitad de probabilidades de tener sobrepeso/obesidad que
aquellos con la adherencia más baja al DOPS (puntuación 20 o inferior).
Cada incremento de cuatro puntos en la escala DOPS se
vinculó con un 13 por ciento menos de riesgo de desarrollar sobrepeso/obesidad
después de ajustar por una variedad de posibles factores de confusión que
incluyen sexo, edad, índice de masa corporal inicial, antecedentes familiares
de obesidad, tabaquismo, duración del sueño y actividad física.
La profesora Maria Bes-Rastrollo, también de la Universidad de Navarra, concluye:
"Esperamos que nuestra calificación preventiva fácil de implementar se
convierta en una herramienta de evaluación rápida para proporcionar a los
individuos y médicos una guía dietética útil: concienciar sobre la
susceptibilidad de la dieta al aumento de peso en el largo plazo y el fomento
de patrones de alimentación más saludables. El rendimiento de la puntuación aún
no se ha validado en cohortes independientes. Las investigaciones futuras
aumentarán la precisión de las predicciones de resultados en diferentes
poblaciones y grupos de edad".
Los autores reconocen que sus hallazgos muestran diferencias
observacionales en lugar de evidencia de causa y
efecto y señalan algunas limitaciones inherentes a la metodología, que incluyen
que los resultados se basan en la ingesta dietética sobre la que informaron los
participantes y que, aunque realizaron análisis multivariables
ajustando para una amplia variedad de factores de confusión, no se puede
descartar algún grado de confusión residual. También apuntan que el estudio
incluye principalmente adultos caucásicos, por lo que la generalización de los
hallazgos a otras etnias es incierta.